Los sueños de Cruz

Estábamos en la sala de tapices, le pregunté si había alguno que para él fuera especial, diferente. Lo pensó unos segundos con la vista fija en una de las paredes donde había varias obras. Sí, dijo, y se puso a buscar en una pila enorme de tapices. Parecía conocerlos todos de memoria. Entonces sacó uno y me dijo: este.