Qué tristeza

Qué tristeza

no haber estado vivo

cuando vos morías por un sueño

cuando armabas un futuro para todos

con tus puños o a balazos

siempre hacia adelante

hasta la victoria

te olvidaste en el camino

de acordarte de vos mismo

y hablando de justicia

enseñabas a vivir

Nosotros

que llegamos tarde a tu vida

que sólo conocemos lo que queda

consecuencia inevitable del tiempo y sus derrotas

sabemos que tu muerte

es de los exilios el más digno

por eso aprendemos de tus pasos

y todos juntos

con puños o a balazos

volveremos a soñar con madrugadas

con noches, con tardes, con futuro

o quizá a soñar nomás por puro goce

por el placer de saber que fuiste cierto.